Estaba un sacerdote celebrando una misa y dice:
– ¡Alabad, hermanos!.
Y contesta una señora:
– Y a planchad también que dejé mucha ropa.
Estaba un sacerdote celebrando una misa y dice:
– ¡Alabad, hermanos!.
Y contesta una señora:
– Y a planchad también que dejé mucha ropa.