– ¿Qué tal me queda este vestido?
– Bien.
– Dime la verdad.
– ¡La verdad es que no sé por qué narices te tienes que poner vestidos, papá!
– ¿Qué tal me queda este vestido?
– Bien.
– Dime la verdad.
– ¡La verdad es que no sé por qué narices te tienes que poner vestidos, papá!